Y quizá lo sea, tal como afirma este comunicado de prensa de Greenpeace.
Pero ahora queda la parte más dura: llevar a cabo los acuerdos de Montreal.
Curiosamente, leyendo el artículo de El País que citaba en el título, la "solución" parece que provendrá más de la iniciativa privada que de las medidas gubernamentales. El primer aviso lo han dado las aseguradoras, que este año han tenido que hacer frente a indemnizaciones muchimillonarias. Y en un sector como es el de las energías renovables, donde las grandes empresas han puesto todas las trabas posibles (y si no, intentad poner paneles de energía solar en vuestras casas; ya veréis lo fácil que os ponen poder "vender" a la red eléctrica los excedentes), hay un gran pedazo de pastel por repartir. A pesar de que algunas sigan con la venda en los ojos de los beneficios inmediatos (que no son más que parches de grandes inversiones en el futuro, cuando se agoten las energías no renovables) y se dedican a torpedear unos acuerdos necesarios. (Otro paréntesis: hay que recordar que se puede escoger proveedor eléctrico. Yo, en cuanto las tarifas de Electra Norte me lo permitan, paso de Endesa.)
Evidentemente, en el negocio de las renovables, quienes partirán con ventaja volverán a ser las grandes empresas, puesto que ya cuentan con grandes infraestructuras, pingües beneficios de décadas vendiendo petróleo y, en algún caso, herederas de tiempos del monopolio. Tiempo al tiempo, y veremos cómo Repsol y BP serán las mayores suministradoras de energía eólica, solar o biomasa.
Pero la pregunta que yo me hago es: ¿llegamos a tiempo?
domingo, diciembre 11, 2005
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