Publicado por primera vez en Argentina por Almigesto en 1995, y tras ser revisado por el autor, se acaba de poner a la venta en España Idios kosmos. Claves para Philip K. Dick, de Pablo Capanna, título con la que el Grupo AJEC inaugura su colección de ensayo Tycho. Una iniciativa loable, que espero que en un futuro, aparte de seleccionar títulos de calidad (e Idios kosmos es uno de los mejores acercamientos a la obra de Dick), mejore tanto en el aspecto (con una edición fanzinerosa en cuanto a su aspecto amateur) como en cuidado (los criterios no están para cambiarlos en cada capítulo, ¡caramba!).
A estas horas no voy a entrar en detalle, pues no tengo ni la capacidad ni los conocimientos. Sólo que, esta tarde, he tropezado con la siguiente nota a pie de página que me ha hecho gracia. Se comentaba uno de los delirios que Dick explicaba, ya en los años previos a su muerte, quién sabe si porque realmente había sufrido una de sus alucinaciones o si estaba alimentando su fama de loco, o simplemente riéndose de su interlocutor. En ese "delirio", aseguraba que en 1945, Dios había cambiado el curso de la historia, evitando que Alemania ganase la Segunda Guerra Mundial, tal como pasa en El hombre en el castillo (libro que intentaré reseñar si puedo más adelante). Según Dick, la línea temporal "real" tenía un Nixon que acababa de ser depuesto en agosto de 1974. El pie de página dice:
Hablando con Gwen Lee y Doris Saunter, Dick recordaba que en una de sus novelas de los años sesenta había previsto la llegada de Nixon, entonces gobernador de California, a la presidencia de los Estados Unidos. Murió sin conocer a la dinastía Bush y sin llegar a ver la llegada a la gobernación (y quizá a la presidencia) de Arnold Schwarzenegger. El conocido fisiculturista y actor protagonizó Desafío total, basado precisamente en uno de los textos de Dick. Otra prueba más, si faltaba alguna, de que el mundo se está volviendo dickiano.
Dickiano, si alguien no conoce el término, en una primera y basta aproximación, se refiere a una situación en que la realidad es invadida por elementos ajenos a ella, haciéndola cuestionable, o al menos equiparándola con aquella situación que parece irreal.
Como, por ejemplo, la reforma del Estatut. La defensa a ultranza de la Constitución por unos políticos que en su momento apoyaron el No. España jugándose llegar a la repesca contra San Marino. Un, dos, tres, responda otra vez.
1 comentario:
Si algún día pillo a un spammer de éstos... y precisamente hoy que un amigo bloguero explicaba en esta bitácora su experiencia con los créditos rápidos... Nada, a la basura.
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