Cuando pidáis un presupuesto (por ejemplo, así, a bote pronto, de un armario empotrado) no deis paga y señal hasta que no hayan tomado todas las medidas se hayan solventado todas las dudas.
Y si os dicen de hacer cambios una vez dada la paga y señal, insistid en que lo que queréis vale lo que hay en el presupuesto. No os echéis atrás, pedid el libro de reclamación o amenazad con ir a la junta de arbitraje. Sin arrugarse. Los consumidores tenemos derechos que muchas veces no ejercemos, ya sea por dejadez, por desconocimiento o por las prácticas de desinformación del vendedor.
(Sí, ya podéis imaginaros que he tenido una tarde divertida...)
jueves, diciembre 07, 2006
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