domingo, agosto 28, 2005

Música con fecha de caducidad

Donde primero siento el paso del tiempo es, curiosamente, escuchando música. Si hace lo que yo no creo que sean tantos años, es decir, allá por 1987, odiaba con toda mi alma la música facilona, el Euro-dance más baboso del que la llamada Hit Factory de Stock, Aitken & Waterman producía para los fans más descerebrados cual porras de una churrería, hoy me sorprendo tarareando, ante mi propia vergüenza, "Never Gonna Give You Up" o "Together Forever" las raras ocasiones en que suenan por la radio.

Hoy suenan tran tremendamente desfasadas... Y me traen tan gratos recuerdos de una época tan feliz, tan despreocupada...

Y, entonces, uno se pregunta, ¿qué ha sido de aquel chaval de 19 años con pinta de no haber roto nunca un plato y que las traía tan de cabeza? Bueno, recordad su imagen entre el '87 y el '89, respirad hondo, no os asustéis (el tiempo no pasa en balde y el fotógrafo no fue excesivamente piadoso con él) y pinchad aquí.

¿Y por qué él, justamente, de todos los productos de la Hit Factory (Bananarama, Kylie Minogue, Jason Donovan, Mel & Kim, Big Fun... ¡cuánto daño hicieron a la música!), es el que recuerdo con mayor agrado? Casi 20 años después, mitigada ya la aversión visceral, hay que reconocer que, de todos los arriba mencionados, es el que, puesto ante un micrófono, era capaz de demostrar que, si no talento, al menos poseía una voz de barítono capaz de dotar de vida cualquier canción.

En 1991 publicó un album cuyo nombre era realmente significativo: Free. Gran parte de sus cortes habían sido escritos por el mismo Astley, y parecía dar un portazo al sonido empalagoso marca SAW para sumergirse en el soul, comercial, pero soul al fin y al cabo. Tras algo así como 8 hit-singles prefabricados por los SAW, Free no alcanzó nunca la clasificación en listas de los dos discos anteriores. Y del siguiente, Body & Soul, hace sólo dos días, buceando por la red, que me enteré de su existencia.

Quizá fue porque, como algún crítico ha dicho, cuando saltó a la arena del soul ya despuntaban animales (de escena) como Michael Bolton o Kenny G que rápidamente lo eclipsaron, toda vez que Rick Astley había sido encasillado como marioneta de Stock, Aitken & Waterman producto exclusivo para discotecas y eso, a su pesar, le lastró mucho. O quizá, como indicaba algún rumor, los mismos SAW se esforzaron para sabotear la carrera de Rick Astley. Él mismo indica en su web que llegó a un punto en que se le desarrolló una fobia a viajar en avión que no era sino una consecuencia del stress al que su rango de popstar lo había sometido. Y, con una novia y una niña de dos años, creyó que lo mejor era retirarse con toda la pasta gansa que había ganado (un porcentaje mínimo de los royalties por las canciones escritas por SAW; así que imaginad lo que debe haber ingresado estetriunvirato del pop) y ser un buen padre de familia.

Personalmente, y por mucho que me disgustase su carrera musical, al menos bajo la tutela de Stock, Aitken y Waterman (lo que escuché del Free era, siendo caritativo, correcto; su voz podía transmitir mucho pero la producción era insulsa, como cualquier cosa del Bolton ese), no puedo menos que alabar la valentía de romper con la factoría SAW e intentar tomar las riendas de su obra artística. En octubre lanzará un nuevo disco, Portrait, en el que versiona clásicos de artistas como Frank Sinatra, Nat King Cole o Matt Monro. Nada original, eso seguro, pero... le deseo suerte. Me cae bien.

5 comentarios:

Jose Antonio del Valle dijo...

Qué tiempos, CC Catch y Sabrina, :D

Jose Antonio del Valle dijo...

Molestia en las partes, mi hermana tiene todos sus discos, igual que los de todos los de la factoría SAW, era una especialista en comprar discos que luego no ha vuelto a poner en su vida, tenía un ojo para eso... Y ahí siguen, cogiendo polvo.

fonz dijo...

Joé, que mayor está el Astley, no me quiero mirar al espejo...

Bueno, yo pasaba por aquí para defender el pop teledirigido..., vale, las canciones de SAW eran cargantes, todas eran iguales, sobretodo lastradas por aquellas horrísonas producciones que mataban la posible calidad de los churros, digooo, las canciones (intenta bajarte de algún lado la versión en plan acústico del Together Forever a cargo de las Softies, debajo de toda la parafernalia ochentas la canción no era del todo mala). Peeeero, con este mismo sistema de producción triunfó la factoría Motown, ahora considerada un hito de calidad en la música popular. Lo que pasa es que SAW estaban enmedio de los ochenta, con todo lo que eso conlleva...

Álex Vidal dijo...

A ver cómo contesto ahora... :)

No estoy en contra de las canciones "pegadizas" siempre que haya algo parecido al "arte" o al "sentimiento" por detrás. Pero la producción de SAW aplicaba una fórmula, y las fórmulas no acostumbran a llevarse bien con la creatividad. Porque lo mismo cogían el "Venus" de The Shocking Blues o el "Sealed with a kiss" de The Ventures, o incluso el "Blame it on the Boogie" de los Jacksons 5 y, en bocas de Bananarama, Jason Donovan y Big Fun, respectivamente, sonaban exactamente igual: misma base rítmica, misma entonación, mismos crescendos (que no existían)... igual. Sin vida. Igual que, por otra parte, las producciones de la Motown (poca cosa salvaría yo del funky de los 70). O el heavy de los 80, mismamente. O el acid. O el reaggeton. ¿Nos encontraremos alguna vez, dentro de quince años, con treintañeros que recuerden con nostalgia la "Gasolina"? :D

Curiosamente, no todo está perdido. Si eliminamos mezclas y productores puede quedar una buena línea vocálica (como la que llevaba Rick Astley; si enganchó tanto era porque sobresalía sobre los demás pupilos de la SAW, y sería por algo). Por cierto... prueba tú a bajarte el "Kiss me baby one more time" de la Britney Spears en acústico por Travis. ;)

Jose Antonio del Valle dijo...

"¿Nos encontraremos alguna vez, dentro de quince años, con treintañeros que recuerden con nostalgia la "Gasolina"? :D"

Pues, teniendo en cuenta que ha habido quien le ha hecho un "tributo a los Hombres G", te puedes esperar cualquier cosa del futuro. Coño, hasta se puede escribir un relato sobre ello a lo Connie Willis.