jueves, septiembre 27, 2007

El atlas de las nubes, David Mitchell


Prolijo. Fascinante. Vasto. Tres adjetivos a bote pronto para este libro. Una magnífica muestra de que si la ciencia ficción está estancada... Bueno, ni es toda la ciencia ficción, ni toda está junto a los libros de Tolkien y Asimov en el estante de El Tajo Británico.

Y eso aunque, al cerrar el libro, quedan más preguntas en el aire que respuestas a los enigmas planteados. De no ser por la calidad del libro, ahora mismo me estaría acordando de los ancestros del autor hasta el Australopitecos. Pero sólo está al alcance de los buenos libros dejar tan buen sabor de boca a base de interrogantes sin resolver.

Vale, y ¿de qué va el libro? Pues de cinco seis historias diferentes, narradas con distintas técnicas, distintos ritmos, distintos lenguajes, que abarcan desde el siglo XIX hasta un futuro postapocalíptico, engarzadas cual matriuskas, cada historia conteniendo a la siguiente y cerrándose desde el futuro hasta el pasado. Los hilos que las unen son, en su mayor parte, azarosos, y el motivo de que estén así enlazados es uno de los misterios que, al menos yo, no he sabido resolver.

Pero, además de las cinco seis historias, cuando uno menos se lo espera, estallan las auténticas minas que Mitchell ha dejado plantadas, agazapadas en diálogos, observaciones, hechos cotidianos que, sin sospecharlo, conducen al lector a reflexionar sobre los aspectos más diversos de la naturaleza humana: su destino, su impronta en el mundo, su aparentemente innata crueldad, la validez de los códigos morales...

Contenido brillante, estructura asombrosa, dominio de las técnicas literarias completo (y diría que casi un pelín exhibicionista, pero se le perdona)... y una traducción limpia y muy bien resuelta en sus capítulos más complicados. El mejor libro que llevo leído este año.

Y, además, está en la biblioteca Ca n'Altimira. Si eres de Cerdanyola y te gusta la ciencia ficción, es que no tienes excusa. Está disponible, que lo acabo de soltar hoy :)

Editando: Creo que pasé demasiado de puntillas sobre el tema de la traducción. Ya, trabajando donde trabajo, estoy excesivamente sensibilizado con el tema; por otra parte, como muchos de los lectores que crecieron con las traducciones de Ultramar y otros, mamé falsos amigos, modismos y otros errores que incorporé (como muchos) a nuestro lenguaje.
Así que, cuando nos encontramos con una buena traducción, es que ni reparamos en ella. Y si nos quejamos de otra, es que acostumbra a ser deleznable. Pero en el libro que aquí nos ocupa, el traductor ha realizado una labor encomiable que le tuvo que costar su buen trabajo. Cada historia está narrada en un registro diferente (culto, jocoso, policiaco, diario, cyberpunk, postapocalíptico con jerga) y en todos ellos la narración-traducción fluye y refleja casi a la perfección el tono y el estilo, resolviendo además a la perfección (bueno, sí, hay algún gazapo, pero ¿en qué libro no hay?) las dificultades, que en el caso de la narración postapocalíptica estan presentes en cada frase.

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Aparentemente no hay demasiada relación entre los relatos, más allá de la aparición de ciertos elementos (como el barco de la primera historia que vuelve a aparecer en la tercera, el diario del pacífico que lee el músico de la segunda,..) Sin embargo hay temas que se repiten en cada historia y que las unen. Por ejemplo todos los protagonistas en algún momento confían a muerte en alguien que, inevitablemente, los acaba traicionando. También encaran retos que, cuando quedan debidamente planteados, les superan... Además de las reflexiones de las que hablas.

A mi me encantó y seguramente lo vuelva a leer para descubrir los múltiples detalles que he pasado por alto.

Si no la has leído todavía, no lo dudes y hazte con "Escritos fantasma".

Nota: Creo recordar que son seis historias, no cinco ;)

Cristina dijo...

Álex, deja de decir a la gente que vaya a la biblioteca. Suficientes energúmenos ya tenemos que aguantar...:ppppp

Juanma dijo...

Acaba de salir otro libro de David Mitchell, también en Tropismos.

El atlas de las nubes es fascinante, pero te quedas preguntándote adónde quería ir a parar... Un motivo inmejorable para releérselo. Vamos, que no me importaría releérmelo.

Álex Vidal dijo...

Nacho: gracias por el apunte, ya está corregido. ¡Ay, no sé dónde pongo mi cabeza...!

Cristina: los que saborean libros como este no pueden ser energúmenos. Friqui, vale, pero no energúmenos.

Juanma: estaré al quite para pillarme ese nuevo libro. Y ahora que releo la reseña, donde dije "traducción limpia y bien resuelta" debería haber puesto "traducción cojonuda". Lo corregiré ahora...

carnet manipulador de alimentos dijo...

Lo de 'Atlas de las Nubes' se me escapa completamente de las entendederas. Está bien ser ambicioso, en el sentido de pretender, pero si sólo se queda en eso, pues claro, tenemos lo de pretencioso. Es un desastre cinematográfico. No sé qué tendrían en la cabeza Tom Twyker y los Wachoski, pero esta historia de tintes 'cuánticos' no se coge por ningún lado: larga, tediosa, las historias al rato no interesan nada, infantiles... Uf, es que no tengo adjetivos. Tres horas, casi me puse por obligación acabarla, soportar esta tortura, era tal mi incredulidad. Y es que evidentemente había dinero, grandes actores, no sé de qué guión, sobre el famoso libro, partirían para acabar dándonos estos resultados. Indescriptible. Un saludo!!!