jueves, febrero 15, 2007

Voces en la calle en la calle

Philip K. Dick
Philip K. Dick puede que fuese un autor irregular, capaz de escribir veintitantos cuentos en un año (en 1953 y 1954) y de estrellarse en el terreno de la literatura mainstream. Un autor maldito como pocos, pues su reconocimiento mundial estaba de camino cuando el emprendió el último viaje (justo antes del estreno de Blade Runner). Y, sin embargo, podemos afirmar que Dick es uno de los escritores más influyentes de todos los tiempos: su peculiar mente veía una realidad (nuestra realidad) inquietante en su inconsistencia; una especie de actualización de la caverna de Platón donde el ser tampoco tiene una existencia plena y se debate contra la descomposición y la alienación, ya sea por fluctuaciones de su percepción o por otros factores externos, léase el poder o un ser superior (que no supremo). Sus ideas han calado en nuestra sociedad, y no tan sólo por las múltiples adaptaciones de obras suyas: la New Wave, el ciberpunk, Matrix, El club de la lucha, Radiohead o Pixies son algunos ejemplos de la influencia del autor en la cultura del siglo XX y XXI.
Y aunque la ciencia ficción le sirvió como género ideal para desarrollar su temática vital, en realidad llegó por accidente. En su cajón quedaron unas cuantas novelas mainstream rechazadas en la década de los cincuenta.

Ahora, la única novela que quedaba inédita, Voices on the street, acaba de ver la luz en Estados Unidos. Una noticia de la que nos congratulamos todos sus lectores, y que, como mencionan en Papel en blanco, esperamos ver pronto por estos lares.

Y si aún no has leído nada de Dick, pásate por aquí y echa un vistazo a su bibliografía. ¿Mi sugerencia? Empezad por Ubik y, si os atrevéis a un auténtico viaje espiritu-lisérgico, de cabeza a VALIS.
Después puede que veáis, sumidos en un duermevela, un rayo de luz rosa coherente directo a vuestro cerebro. A mí me pasó hace un año...

3 comentarios:

Juanma dijo...

Pues yo empezaría a lo grande: recomendando Valis, directamente y con un par. Dick no es para pusilánimes...

Y si a alguien se le atraganta, pues Una mirada a la oscuridad.

Ubik es deliciosa. Y Los tres estigmas de Palmer Eldritch.

Anónimo dijo...

Estoy con Juanma. Valis, y si no te gusta, ¿qué coño haces leyendo a Dick? Cómprate un Vance y déjanos tranquilos :)

Juanma dijo...

:-D