domingo, abril 02, 2006

Que llege el agosto de los... ¿gases?

Nunca me ha atraído el rock català, una etiqueta que surgió a finales de los ochenta para agrupar toda una serie de bandas que se caracterizaban, en su mayoría, por un sonido bastante monolítico que bebía de los clásicos de los setenta, con Led Zeppelin y los Rolling Stones como piedra fundamental, pero que adolecía de cierta rigidez que algunos atribuían a las "subvenciones" que se rumoreaban concedía la Generalitat de Jordi Pujol. Líricamente, casi todos se centraban en temas nostrats, con la reivindicación del fet diferencial como eje central, ya fuera explicitamente en las letras o más directamente en actitud. Con todo, en aquella época hubo una auténtica explosión de grupos, encabezados por Sopa de Cabra (cuyo primer sencillo y megaéxito "L'Empordà" aún nos hace bailar y cantar, veinte años después).

Pero fueron precisamente esa identificación con una reivindicación respetable pero perversa en cuanto acotaba el aspecto creativo, y esa similitud sonora entre dichas bandas, las que acabaron por hacerme perder cualquier interés por este rock català.

Pero de entre estos grupos destacaba, por su descaro e ironía, Els Pets, el grupo de Constantí (Tarragona), la población con renta per cápita más baja de la Catalunya de los ochenta, castigada por la continua depreciación del precio de la avellana, cultivo en el que se basaba su economía, asfixiada por las petroquímicas del Camp de Tarragona y situada cerca de las cuatro centrales nucleares catalanas. Formados en las Navidades del 85, en 1989 sacan su primer disco, Els Pets, y enseguida obtienen el favor del público. Su sonido es más sencillo, casi diría naíf, y divertido, sin complejos. El principal problema para mí es que la parodia, en cuestiones musicales, nunca me ha gustado. Nunca podré llegar a entender, por ejemplo, cómo gusta tanto Albert Plà. El problema será mío, de acuerdo, pero no puedo con él. Y así no presté atención a los primeros discos de Els Pets, grabados con su sección vocal femenina Les Llufes (en catalán, la versión "silenciosa" de las ventosidades) y una potente sección de viento (el chiste es fácil, sí, pero la sección de viento era muy competente).

Y el año pasado, en la oficina, vino un amigo nuestro y antiguo trabajador de la tienda, Òscar, con el último trabajo de los de Constantí, Agost. Como entonces los altavoces estaban conectados a mi PC, me pidió que lo pusiese, a lo que accedí a pesar de mi renuencia a ello.

Y me sorprendió. Muy gratamente.

Els Pets, AgostA lo largo de estos veinte años de carrera, Els Pets han madurado desde aquel punto de partida, "Tarragona m'esborrona". Todo el disco está preñado de unas melodías compactas, de unas letras melancólicas (quizá un aspecto también muy de esta tierra, en la que celebramos como fiesta nacional una derrota o dudamos de que un Barça gane aun a once puntos del segundo clasificado en la Liga) que habla de tiempos que han pasado como una brisa por nuestro lado, que aún están cerca pero, de alguna forma irremediable, inaprensibles excepto para nuestra memoria. Formalmente no es innovador, no destacará por el virtuosismo, pero, a su humilde y trabajada manera, es la obra de unos orfebres que, insisto, han madurado musicalmente como líricamente. Quizá sea que, al igual que Els Pets, también he alcanzado esa edad madura en que el pasado sopla como esa brisa que pasa de largo... menos en agosto, cuando las prisas son un rumor que queda detrás, en la gran ciudad.

Como muestra, la canción que surgió de los altavoces de Gigamesh y que me subyugó en aquel momento, "Agost".

AGOST

Descamisat Sisquet fa tard,
diu adéu a la colla.
L'han vacunat contra l'asfalt
en un poblet de costa

On d'amagat l'espera
darrera de l'església
mig tremolós
aquell petó
que tindrà gust a sal de mar i a nit
plena d'estrelles.

Un pel suat Cesc s'ha llevat
de fer la migdiada,
mentre al costat la dona va
desant rasclets i pales

i mirant com la nena
rebossada d'arena
dorm al sofà
pensa que mai
tindrà millor moment per anar a buscar
la parelleta

Que arribi l'agost
feixuc i mandrós
que ens fa recordar
la bellesa del temps que passa a poc a poc.

Des del cafè el senyor Francesc
mira la gent com tomba
fent el tallat on fa tants anys
te un reservat a l'ombra

i quan la dona arriba
li acosta la cadira
del seu costat
i li estreny la ma
pensant que el mar és com la vida
que no atura el ritme mai.

Que arribi l'agost
vital i enganxós
per treure'ns les presses
i recuperar la tendresa del mon.

Que arribi l'agost
feixuc i mandrós
que ens fa recordar
la bellesa del temps que passa a poc a poc.


Y una traducción para que la podáis disfrutar los que leen en castellano:

AGOSTO

Con la camisa abierta, Sisquet llega tarde,
se despide de su grupo de amigos.
Lo han vacunado contra el asfalto
en un pueblecito de costa

Donde escondido lo espera
detrás de la iglesia
medio tembloroso
aquel beso
que sabrá a sal de mar i a noche
repleta de estrellas.

Un poco sudoroso, Cesc se ha levantado
de la siesta,
mientas al lado, la mujer
ordena rasclets y palas

y observa cómo la niña
rebozada de arena
duerme en el sofá.
Piensa que nunca
tendrá una ocasión mejor para buscar
la parejita.

Que llegue el agosto
bochornoso y perezoso
que nos recuerda
la belleza del tiempo que pasa poco a poco.

Desde la cafetería, el señor Francesc
mira a la gente cómo pasea
tomando el cortado donde hace tantos años
tiene un reservado a la sombra

y cuando llega la mujer
le acerca la silla
que tiene al lado
y le estrecha la mano
pensando que el mar es como la vida
que nunca interrumpe el ritmo.

Que llegue el agosto
vital y pegajoso
para que nos quite las prisas
y recuperar la ternura del mundo.

Que llegue el agosto
bochornoso y perezoso
que nos recuerda
la belleza del tiempo que pasa poco a poco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaja! No sabia que t'habia marcat d'aquesta manera! Una forta abraçada desde un agost etern... més enganxós que vital, per ser sincer.

Lobisome dijo...

A mí también me encantó ese disco, aunque es "Pau" el que me hechiza llegando casi hasta la lagrimilla O:)