domingo, octubre 15, 2006

Oryx y Crake, de Margaret Atwood

Oryx y Crake, ByblosDice en la cubierta:

Un hito de la ficción especulativa de la autora de El cuento de la criada y El asesino ciego.


O sea, ciencia ficción.

Dejando claro este punto, mi valoración: es el libro de ciencia ficción que me hubiera encantado escribir.

¿Por qué? Porque Margaret Atwood usa una estrategia enfocada a la construcción metódica del personaje principal, un antihéroe que se echa sobre los hombros un peso insoportable, y de los dos amigos/mitos dejándose de zarandajas técnicas.

El argumento puede parecer sencillo: ha habido una catástrofe ecológica que ha aniquilado a la humanidad. Hombre de las Nieves es, posiblemente, el único hombre vivo tal y como lo conocemos; y lo digo porque, en la segunda página, se nos presenta una tribu que ayuda al protagonista a conseguir comida a cambio de que le cuente la historia de Oryx y de Crake, los grandes creadores del mundo, la flora y la fauna tal y como la conocen ellos.

Que se parece a la que nosotros conocemos en base, pero que ha sido modificada genéticamente.

En manos menos hábiles, el libro podría haber resultado un peñazo de cuidado. Sin embargo, en las tardes de este verano que ya se acaba, la voz del protagonista susurraba, casi llorando, su historia cargada de un complejo de inferioridad; un recurso ideal para introducir el entorno de alta ingeniería genética evitando ladrillazos, con absoluta naturalidad. Jimmy, quien será en el futuro Hombre de las Nieves, observa cómo su vida está destinada a la mediocridad mientras su amigo Crake se fija metas importantes y las alcanzaba; y una misteriosa chica, Oryx, se hacerealidad desde una página de estas de tres equis. El entorno es en un mundo cruel que no es sino una extensión lógica de aquel en que vivimos: la ingeniería genética da pingües beneficios, la competencia agrupa a los más capaces y los más poderosos en enclaves con seguridad privada mientras la "plebe" vive en suburbios. Y, lo que es peor, la humanidad se descompone en esta división.

Hay una reseña hecha de verdad (no esta simple impresión) aquí. Y aquí podéis comprarlo en la edición de Byblos, que es baratita y apañada.

3 comentarios:

Small Blue Thing dijo...

Recuerdo que una vez, Javier Romañach me dijo "gracias a la ingeniería genética, no nacerán más niños tetrapléjicos (él lo es)... Pero ¿qué pasará cuando unas cuantas generaciones después alguien se quede tetrapléjico en un accidente? A lo mejor no saben qué hacer con nosotros y nos eutanasian"... :(

Xiana dijo...

A lo mejor, con ingeniería genética, logran que las neuronas se regeneren.

Yo creo que se le tiene más miedo de lo que realmente es. Lo digo con conocimiento de causa, porque es lo que estudio y en lo que me gustaría trabajar. La polémica de "jugar a ser dios" me parece pura desinformación.

Álex, me ha intrigado muchísimo este libro. Ojalá tenga tiempo de leerlo :)

Juanma dijo...

Pues a ver si le hinco el diente, que lo tengo en la pila hace ya tiempo.

:-)