domingo, septiembre 06, 2009

Profesionalidad

No sólo por el hecho de reinterpretar dos canciones después de haber cerrado un concierto que se recordará, quizá injustamente, por las fallas del sonido nada más empezar a tocar, y los silbidos durante el set acústico (señal de que los problemas técnicos no quedaron subsanados tras "Yellow"). Ni por las disculpas, que sonaron sinceras, por parte de Chris Martin, en un perfecto castellano, aderezado con gotas de catalán, que la talaverana adoptiva Gwyneth Paltrow debe haberle inculcado. No tan sólo por eso, pero también.

Tampoco ha sido el concierto más emocionante de la temporada. Será un topicazo como una catedral, seguro, pero tanto U2 como Simple Minds le echan mucha más carne al asador. Será la sangre celta en contraposición al urbanismo londinense. O será que Coldplay son justos, correctos, trabajadores, más cerebrales de viscerales. Pero, ante todo, se demuestran como unos auténticos profesionales.

(Por cierto, que hay que ajo y agua que las dos crónicas más completas e imparciales que he encontrado sea de estos dos diarios tan... De estos dos diarios. Chiste incluido en el de El Mundo. Vaya telita. Me ha hecho mucha gracia.)

Quizá debieron haber parado y haber buscado al técnico que, como dicen en esta crónica, pateaba el enchufe de la mesa de sonido (y, de paso, lanzarlo desde el foso al respetable, a ver cómo se entretenían con él), pero tiraron adelante sabedores que el repertorio, plagado de éxitos, era, más que un salvavidas, un seguro a todo riesgo que les permetería despreocuparse. El escenario, para los estándares del rock de estadio, era sobrio: dos pantallas laterales, otra en el fondo como apoyo visual para algunas canciones, unos globos colgados de la marquesina del escenario y de las gradas, decorados con los motivos de la gira. Y multitud de detalles: una invasión de globos gigantes amarillos durante "Yellow"; dos escenarios alternativos, uno en el extremo de una pasarela, otra enmedio de la pista del Estadi Olímpic Lluís Companys, para el que se desplazaron por un pasillo armado en un lateral que, cerca del escenario, se adentraba por la valla que dividía en dos el público del césped; mariposas de papel de todos los colores durante "Lovers in Japan", la tontería de incitar al público a hacer la ola con los móviles encendidos (tontería... ¡pero qué risas!); fuegos artificiales.

A pesar de los samplers (mucho más descarados que el juego de pedales de The Edge para llenar la compleja textura sonora de las etapas del Achtung Baby o No Line on the Horizon), Coldplay demostraron tener músculo y presencia escénica. Quizá el sonido no se separe demasiado del estudio, pero convence. Y la voz de Chris Martin, sin ser recia, desgarrada o tremendamente pasional, es versátil, quizá una de las más versátiles del panorama pop rock del momento. Se les podrá acusar de algunos desmanes mesiánicos, o de falta de consistencia, pero no cabe duda: como profesionales del entretenimiento cumplen completamente con el objetivo de hacer disfrutar a la audiencia. Que me preguntasen cuándo iban a interpretar los bises cuando ya habían ejecutado ambas tandas dice mucho del buen rato que nos hicieron pasar.

No seré fan, pero lo disfruté. Y eso ya es mucho.

Y si cae un DVD en directo, compradlo, a ver si nos veis en las gradas :D
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martes, agosto 11, 2009

A dos bandas

Aquí va una confesión de la que, salvo Álex, no sabe casi nadie: Cuando acabo de hacer el amor, me asaltan a la cabeza canciones de Torrebruno.

(Vamos a hacer una pausa para las risas en off. 10 segundos, ¿de acuerdo? Contando... OK. ¿Seguimos? Bien, vamos allá.)
Os podéis hacer a la idea de que algo así no se acostumbra a revelar; de hacerlo, las pocas chicas que consigo camelar por las noches (y os aseguro desde ya que mi tasa de éxito es muy escasa) saldrían huyendo despavoridas mucho antes de lo que viene siendo habitual (la media, para quien le interese, se sitúa alrededor de la tercera cita).
Mi experiencia me indica que la gente, por lo general, acostumbra a ser extremadamente cauta a la hora de hablar de sus tendencias sexuales, y muy poco tolerante respecto a lo que consideran que se aparta de la "normalidad"; un concepto que, en este país tan pacato, engloba poca cosa más allá de la postura del misionero, el secreto de alcoba y la educación sexual tangencial (entiéndase aquí tangencial como lo que es: un bonito eufemismo de "apáñetalas como puedas, hij@ mí@, que seguro que en el patio te enteras de más cosas de las que te me da vergüenza explicarte"). El resultado, como seguramente habréis tenido ocasión de comprobar (ya en las primeras citas), es una cantidad elevada de reprimidos (y reprimidas), fácilmente distinguibles por bravuconear hazañas conyugales y extraconyugales inverosímiles, denigrar tendencias sexuales fuera de ese concepto de "normalidad", y tener una vida afectiva tirando a disfuncional.
Pero el tema de este post no es el sexo. Está más relacionado con Torrebruno.
Veréis: si tengo alguna cualidad (que para muchos es más bien un defecto) es la sinceridad. Llamar las cosas por su nombre. Asumir precisamente cualidades y defectos tal y como vienen de serie. ¿Por qué tendría que ocultar que la mente se me llena de canciones del Sabadabadá tras el coito? Seguro que, al menos, habrá servido para que vosotros, lectores, os hagáis unas risas. Cosas más extrañas habréis oído, seguro. ¿Por qué debería avergonzarme de que me guste Phil Collins o el primer single de Kylie Minogue (aunque sea por avatares personales que ahora no vienen al caso)? Que arroje la primera piedra quien no haya bailado o coreado Eco de la noche, sin importar la cantidad previa de cubatas. ¿Por qué debería abominar de Asimov y ensalzar a Ballard, cuando los dos escribían ciencia ficción?
Es más, ¿por qué no puedo usar el término ciencia ficción al hablar de las obras del británico nacido en Shangai?
Aquí entramos en el terreno resbaladizo de definir qué es la ciencia ficción. Pero, mientras los expertos debaten sobre el asunto, acudamos a lo práctico, a lo que nos enseñaron en el colegio: una obra de ciencia ficción se sitúa en un mundo imaginado que aparece a ojos del lector como verosímil y factible. Que sea verosímil ya viene implícito en el hecho literario, a menos que nos enfrentemos a una obra de teatro del absurdo o una película de los Monty Python. Y que parezca factible (no que lo sea; aunque esta puntualización parezca innecesaria, vamos a dejarlo claro for if the flies) sería lo que diferenciaría, en líneas generales, a la obra de ciencia ficción de la de fantasía.
Salvo grave omisión o degeneración de mi memoria, esta definición ya sirve a los catorce años para identificar a groso modo el género al que pertenecían La guerra de los mundos, El hombre invisible, De la tierra a la luna, Fahrenheit 451 y Yo, robot, entre otros. ¿Verdad que también nos serviría para incluir en esta clasificación obras como Solaris, de Stanislaw Lem, o La sequía, de J.G. Ballard? ¿O la más reciente La carretera, de Cormac McCarthy?
Pues bien, si la definición ya nos sirve a los catorce, no veo yo por qué, al lector de entre los treinta y los cuarenta, la categoría debería de afinarse. ¿Alguien ve la necesidad?
Pues bien, el año pasado asistí con Álex a un debate (en el que faltó Francisco Porrúa, fundador de Minotauro y editor fundamental en lengua castellana que introdujo a Ballard en España) organizado en el CCCB en el marco del festival Kosmòpolis 08 y de la muestra Ballard: Autòpsia del nou mil·leni. En el transcurso de la charla escuchamos, de boca de Agustín Fernández Mallo, la siguiente afirmación:
"Para mí, Ballard no es ciencia ficción. Lo que escribe Ballard es otra cosa. Yo lo llamo literatura de introspección distópica."
O una pedantería similar (que mi mente no registró adecuadamente porque estaba atareada en salir del aturdimiento) mientras el resto de los contertulios, salvo Marcial Souto, asentían. No está nada mal para un ballardiano confeso y licenciado en Ciencias Físicas. Me hubiese gustado ver qué tenía que decir Porrúa a semejante descripción.
Y el caso es que la definición de Fernández Mallo no se debía a una mejora taxonómica en la clasificación de los géneros, sino al intento de dignificar, o diferenciar, el corpus de la obra de J.G. Ballard, separándolo del resto de obras de ciencia ficción. Su puntualización posterior de "esas obras de marcianitos" confirmó esa intención. Así, pues, segregó la bibliografía ballardiana de un género al que consideraba inferior.
Efectivamente, nadie le va a negar que hay obras de ciencia ficción malas de solemnidad. Pero ¿alguien siente la necesidad de rebautizar el género de la comedia para desalojar How I Met Your Mother del mismo compartimento que Hot Shots? ¿Estudio en escarlata de El código Da Vinci? Al lector o espectador se le supone suficiente criterio para hacer un esfuerzo crítico; y si no, caramba, no vamos deformando definiciones por una cuestión de criterios.
Entonces ¿qué necesidad hay de deformar la descripción de, precisamente, un género tan popular, tan del siglo XX, como la ciencia ficción? Recordemos que una de las características de la obra de Fernández Mallo, y de todo un colectivo que comparte edad, formación e influencias, es el de reivindicar la cultura popular de finales del XX. ¿Qué razones hay detrás de la negación de una etiqueta que se ajusta claramente a la obra del autor que se homenajeaba? ¿Acaso el bajo nivel de algunos títulos considerados puntales de la ciencia ficción, o incluso la existencia de todo un subgénero cobijado bajo el mismo paraguas como el space opera, que a más de uno le puede dar grima, iba a depreciar el valor intrínseco de La exhibición de atrocidades cual mejillón con chapapote?
Parece que el gesto correspondía más a una pose intelectual que a una precisión taxonímica. ¿Es quizá la ciencia ficción el particular Torrebruno de esta generación tras una noche loca?
Quizá parezca que estoy exagerando a partir de una declaración desafortunada. Sin embargo, esta anécdota no es más que una muestra de una pose que ha cristalizado en el medioambiente cultural con proyectos como el libro Odio Barcelona, en exposiciones como la de Ballard antes mencionada, y en el "movimiento" (entrecomillado, porque todos sabemos que no deja de ser una de esas etiquetas que surgen en los medios de comunicación para englobar propuestas que pueden ser similares) que mencionaba anteriormente y que ha venido a denominarse Generación Nocilla o afterpop. El nicho ecológico en que se alberga este movimiento se caracteriza por la asunción de la cultura popular como parte del acervo cultural, y la denuncia de la superficialidad del posmodernismo. Hasta aquí todo parece correcto, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no se asume la ciencia ficción como parte de la cultura popular, sino que se minusvalora de la misma manera despreciativa como se ha venido haciendo desde los estamentos de la "alta cultura", pero además con la pose afterpop en plan yo sé de lo que estoy hablando, que lo he mamado desde chico?
Se asume y se desprecia. Muy esquizofrénico todo, la verdad.
Por otra parte, del muy interesante proyecto de la Editorial Melusina, lo que podría haber sido un manifiesto que golpease con cotundencia la estulticia que embobalicona esta ciudad nuestra, (bueno, mía, que Álex vive en el extrarradio), la de la Barcelona que zozobra en el océano del diseño, la de la capital del progreso enmarañada perpetuamente en el debate identatario, se queda en una antología a ratos interesante, pero cuyo hilo temático sólo sirve como excusa para aglutinar experimentos literarios que, en más de una ocasión, provocan el bostezo. Tampoco descartéis leerlo: también tiene momentos brillantes, hilarantes (culpa de Javier Blázquez, cuya aportación me obligó a cerrar el libro entre convulsiones bajo la mirada atónita de los viajeros del vagón) o impactantes (al loro con la colaboración de Hernán Migoya: escalofriantemente impactante. Este autor sí que sabe golpear en el hígado).
Resulta paradigmático: que el libro-denuncia contra la ciudad del diseño caiga en los vicios del posmodernismo (que alguno de sus autores denuncian): una estética aparentemente profunda y, sin embargo, básicamente superficial. Aquí se repite esa actitud de constante contradicción que tan bien ejemplifica en Barcelona, ciudad que se debate entre la identidad y el diseño, tradición y vanguardia, progresismo y burguesía, y que se cuela en la propuesta de Odio Barcelona. A fin de cuentas, quienes participan lo hacen también porque aman Barcelona.
Así, pues, ante dicha actitud esquizofrénica urbana que parece haberse propagado al ámbito intelectual (que normalmente se gesta en entornos urbanos), no es de extrañar que, en la reivindicación del pop, de la cultura popular, que propugna esta nueva generación de intelectuales, reproduzca, sin embargo, el mecanismo de menosprecio de las expresiones más populares (o populacheras), en contraposición a las expresiones populares que se ensalzan, de escuelas anteriores, y que precisamente es el foco de la crítica de esta nueva generación. La reivindicación, por tanto, de la cultura pop no es completa: si resulta necesario acuñar eufemismos para duplicar una etiqueta asentada y diferenciarse con la más esnob de las dos, ¿cómo se puede abordar un estudio serio, sin complejos? ¿No es acaso caer en el mismo error del posmodernismo? ¿No estaremos incurriendo en el posposmodernismo?
Con esta cuestión no pretendo, ni mucho menos, que en el estudio de la literatura, y menos en el de la literatura popular, se dé manga ancha. Lo que pretendo señalar es el hecho de que se segregue la ciencia ficción en compartimentos estancos, establecidos a partir de ciertos criterios estéticos, cuando comparten características genéricas comunes. No pretendo, por eso, tomar parte en la trinchera opuesta, que cuenta con una patología similar a la del posposmodernismo, pero de signo inverso: la reivindicación del fandom de un corpus acrítico de la ciencia ficción, formado con toda clase de obras, atendiendo sólo a criterios descriptivos pero acríticos; y del que, a su vez, se excluyen obras de autores que han jugado en otras divisiones genéricas, y no sólo en las del fantástico, porque no "respetan la tradición del género".
Tanto la deformación terminológica de las etiquetas de género para adaptar los géneros a una clasificación estética y formal determinada, como la creación de un corpus genérico atendiendo sólo a valores de diversidad subtemática y "originalidad", despreciando los valores estéticos, se antojan actitudes poco sanas que provocan una distorsión en la apreciación de la lectura.
Porque, al fin y al cabo, estamos hablando de una experiencia personal, la de la lectura, que estas posiciones antagónicas, en ocasiones, ofuscan. Todo por no llamar a las cosas por su nombre.
Yo, por lo menos, reconozco lo de Torrebruno. El posposmodernismo y el gueto no dejan de vibrar al sonido de Tigres y leones en una noche de gatillazo.

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viernes, julio 03, 2009

Simple Minds in U2 360º tour in Barcelona (a sort of)

Well, tonight I went back to see U2 at Camp Nou. A very superb show, much better than the opening one. No voice failure, no mistakes, sweeter, gentler, more connected with the audience. No ISS calling, alas!

So I went dressed as an event as big as this should require.



Now, if you take a closer look:



Yes, that short fatty dark-haired grey-bearded guy is wearing the Simple Minds T-shirt that he bought in 2006 during Black and White 050505 tour.

Now I want you to remember that the Scottish band has just released a new album, Graffiti Soul, that's well worth listening, and buying, and see live. What are you waiting for: hurry up!

You can taste it through Spotify: spotify:album:0m9G0xTa8I1Ijf7B7KmXIw

(Mil disculpas por mi deficiente inglés, pero espero que alguno de mis amigos de la lista de correos de Yahoogroups Simple-minds pasen por aquí.)

jueves, junio 04, 2009

Vídeo del día: Simple Minds, "Rockets"

O también: ¡Han vuelto! :)

El nene irá a disfrutar del concierto que darán en los jardines del castillo de Edimburgo el 18 de julio. Para los que os quedáis por estos andurriales y disponéis de cuenta en Spotify, podéis escuchar el nuevo disco, Graffiti Soul, además en la edición deluxe con un disco de versiones adicional, en este enlace.

A disfrutarlo.

miércoles, abril 15, 2009

De la falta de corrección de estilo en La sombra del viento

Cito del Diccionario de la Real Academia:

condoler.

(Del lat. condolēre).

1. tr. ant. compadecer.

2. prnl. compadecerse (‖ sentir lástima).


Cito ahora del superventas de Carlos Ruiz Zafón:

Se me ocurrió hacer una gracia sobre [su hermana] y, antes de que pudiese parpadear, Tomás Aguilar cayó sobre mí como un diluvio de puñetazos que me dejó varias semanas condolido.


Dejando aparte la metáfora tan literal, que una soberana paliza deje a una persona compadeciéndose me parecería bastante secundario; seguramente se dolería más de las heridas.

Y alguna incoherencia así de vez en cuando tiene un pase, pero es que es una tras otra tras otra. ¿Os extraña que me cueste tanto la lectura de La sombra del viento?

Al agente 1109 de la Policía Local de Cerdanyola del Vallès...

... recordarle que, según el artículo 91.02.I del Reglamento General de Circulación, lo que se prohibe (y se sanciona) es el estacionamiento del vehículo en una parada de transporte público, señalizada y delimitada.

Y lo que hizo mi santa fue una parada. PA-RA-DA.

O sea, la sanción ha sido a mala leche. Lástima que el coche no lleve un sistema de navegación para impugnar la multa.

No me quejaré de indefensión e impotencia. A eso, tus compañeros de los Mossos d'Esquadra no hay quien los gane.

El vídeo del día: Wolf Parade, "I'll Believe in Anything"

El problema principal de estos chicos canadienses es que se dieron a conocer el mismo año en que Arcade Fire rompían con todo con Funeral, y como que a Canadá sólo le toca situar a un grupo al año, como mucho, en las listas de ventas, pues como que su último At Mount Zimmer ha pasado desapercibido.

Incluso para mí :) Hoy he desfecho el entuerto y ha sonado, diáfano y un puntillo estridente, en el iPod. Y es glorioso.

Para muestra, un botón. A disfrutarlo.

miércoles, marzo 18, 2009

El vídeo del día: Suzanne Vega, "Luka"

Más liao que las alpargatas de un romano: así me veo estos días, y así va la cosa en este blog, que si ya poco trabajo da colgar un vídeo al día, imaginaos lo agobiado (por ocupado y disperso, que no todo va a ser culpa de los demás en el más puro argumento typical Spanish) que estoy.

Hace unos días añadí mediante la herramienta iLike este vídeo, auténtico bombazo del 1987. Merecido y muy comprensible por una melodía que seduce al oído... y que golpea con contundencia en las entrañas, pues desgrana las excusas de un niño víctima de maltratos a un vecino de la escalera. Crudeza y belleza de la primera de las grandes cantautoras de los ochenta, una artista que ha labrado una carrera discreta (en comparación con las ventas del Solitude Standing) pero brillante y coherente.

miércoles, marzo 11, 2009

El vídeo del día: Extreme, "Hole Hearted"

¿Os acordáis de Extreme? En el auge del mestizaje (hard rock con funk, básicamente) los Spin Doctors fueron los más populares y divertidos, Rage Against the Machine los más combativos, y Extreme los más... extremos :) Coliderados por el "virtuoso" estadounidense de origen portugués Nuno Bettencourt (virtuoso: guitarrista técnica excelente que sobrecarga innecesariamente las canciones) y con un vocalista histriónico, quince años después han envejecido mal (y no lo digo por la foto que preside su web oficial), sino que encarnaron algunos excesos que no nos gustaría volver a ver sobre el escenario.

Y es posible que muchos odiéis "More Than Words" (¿qué sería de un grupo de hard rock sin baladas?), no tanto por ellos como por algunos covers matadiabéticos, pero reconozcamos que sus singles tenían pegada. Mencionaría "Get The Funk Out" como paradigma de esas canciones alimenticias que no pasarían a la historia pero hacían tronar bafles que da gusto.

Pero esta que os traigo, el bonus track que venía en el CD del Pornografitti (en aquella época en que se potenciaba la venta de este soporte con extras, ¿os acordáis?), es la otra canción acústica del segundo disco de los americanos. Pegadiza, animada, optimista y, desde luego, no tan ñoña como la archiconocida "More Than Words".

Welcome to the past.

lunes, marzo 09, 2009

El vídeo del día: Ben Harper, "Shimmer and Shine"

Por aquí estamos de enhorabuena:

7 de mayo, White Lies for Dark Times, de Ben Harper & Relentless 7;
19 de mayo, Further Complications, de Jarvis Cocker (oh yeah!!!);
25 de mayo, Grafitti Soul, de Simple Minds (podéis llamarlo placer culpable, pero lo estoy esperando como agua de ese mismo mes de mayo;
30 de junio, me daré de fostias para entrar en el Camp Nou a ver a los U2, cuyo nuevo espectáculo promete... promete ser un espectáculo, vaya: cacho escenario en el centro del campo;
18 de julio, supongo que no tendré tantos problemas para ver a Jim Kerr & Co. en el castillo de Edimburgo. Las entradas ya las tengo. Más difícil va a ser conseguir cerrar el vuelo con los impresentables de Ryanair.

Y, entre medio, a ver si alguien se anima a ir al Primavera Sound. Comentarios, en Comentarios.

Pero a lo que íbamos: el nuevo trabajo de Ben Harper (uno de los mejores directos que he visto en mi vida), a tenor del single de presentación que ilustra el siguiente vídeo, va a estar repleto de energía, a 180º de ángulo de su anterior Lifeline. Y seguro que mucho mejor que los últimos trabajos del Boss. Sorry, Bruce, se siente: la próxima vez te esmeras un poco más.

Volviendo al bueno de Harper, tanto en sus trabajos más introspectivos, como en lo que parece que se avecina, habrá siempre un elemento en común: pasión, rabia y mucho corazón. Si fuese un crítico musical con años de experiencia (y no tuviese tan poco tiempo) os lo intentaría demostrar. Como no es así, simplemente encerraos en la habitación, apagad las luces, escuchad "Morning Yearning" y este vídeo que os dejo.

Amor o rabia, en ambos casos pasión a cascoporro.

Y la nueva banda que lo acompaña promete. Si podéis ir a verlos, no lo dudéis.

Ben Harper & Relentless7 - Shimmer and Shine

sábado, marzo 07, 2009

El vídeo del día: The Beatles, "Hey Jude"

Y no podía faltar en esta sección al grupo que dio pie a casi toda la música popular: The Beatles.

A la primera (y casi la única que mereció la pena) retransmisión por Eurovisión.

Y al principio del fin, porque de aquí al Abbey Road y a la disolución transcurrieron apenas dos años y mucho mal rollo de por medio.

Imprescindible:

lunes, marzo 02, 2009

El vídeo del día: Los Fresones Rebeldes, "Al amanecer"

De vez en cuando sienta bien un poquitín de intrascendencia. Melodías pegadizas, voces infantiles, letra con rimas... ejem... dejémoslo en rimas, e incluso consonantes. Ritmos desenfadados, absolutamente bailables; fiesta, guateque, madrugadas bajo los focos de la discoteca. Una mano, una caricia, un beso... y al amanecer :)



Lástima de vida tan efímera que tuvo el grupo abanderado del chichipop, como los bautizó un buen amigo.

domingo, marzo 01, 2009

El vídeo del día: Moby, "Natural Blues"

Si escucháis Play en cualquier lugar (Spotify es una buena opción), seguro que os sonará más de una canción, aunque no os guste la electrónica. Y es que el disco del neoyorquino Moby, de nombre Richard Melville, y de apodo prestado de la obra más famosa de su tataratioabuelo Herman Melville, fue prácticamente saqueado (¡hace ya diez años!) para cienes de anuncios.

Aun así, Play es una obra atractiva para todos los oyentes. Su éxito estriba de la mezcla de la electrónica con sonidos más agrestes (como en "Bodyrock") o en baladas tan lacrimógenas como "Why Does My Heart Feels So Sad" o este "Natural Blues" que he sido incapaz de encontrar en Facebook (allí he colgado "Honey", que os dejo tras esta canción). Electrónica, flauta, melancolía y Christina Ricci, ¿qué más se puede pedir?



sábado, febrero 28, 2009

El vídeo del día: Blur, "Song 2"

Si me preguntáis cuál de los dos principales aspirantes al trono del Britpop me gusta más, antes que un grupo de sólo dos canciones ("Wonderwall" y la otra) prefiero Blur. A pesar de que, sinceramente, había otras bandas con mayor talento, léase Pulp u Ocean Colour Scene. Su sonido, desde el pop de sus inicios hasta el art pop denso de Think Tank, a pesar de algunos pinchazos sonados como The Great Escape, ha gozado de la vitalidad que otorga la inquietud artística: nuevos sonidos, letras arriesgadas, nuevos territorios.

Ahora que Graham Coxon ha aceptado, tras su renuencia, a tocar con los otros tres miembros, y mientras por aquí se cruzan dedos por verlos por estas latitudes, os dejo el vídeo que tiene el dudoso honor de seguir machacándome las cervicales en la discoteca junto con "Smells Like Teen Spirit". Una canción que los despegaba casi definitivamente de esa etiqueta de grupo Britpop y les abría la puerta del mercado estadounidense. Y la estupefacción de sus seguidores más pijillos.

¡Ay!

viernes, febrero 27, 2009

El vídeo del día: !!!, "Must Be The Moon"

Después de tres días sin poder actualizar, por fin llega el viernes. Así que vamos a poner algo bailoteable.

!!!

Pronúnciese con tres sonidos chasqueantes repetidos, tal como "chk chk chk".

Si en el vídeo parecen divertidos, en directo son arrolladores. Ya lo comenté en su momento cuando los vi en aquel festival recientemente enterrado. Funk, groove, visceral, sensual, sexual y hedonista. Pero ¡qué más da! La noche es para disfrutarla. Debe ser influencia de la luna :)

lunes, febrero 23, 2009

El vídeo del día: Tom Jones y Cerys Matthews, "Baby, It's Cold Outside"

Hoy, una frivolidad. Corre 1999, y una canción irrumpe con fuerza y arraiga en las pistas de baile de medio mundo. ¿Un nuevo grupo de diseño? ¿Vuelve el acid? ¿Euro-beat?

No, es Tom Jones. Sí, el de "Delilah". Sí, el que enamoraba a nuestras madres y abuelas.

Y es que en 1999 el León de Gales se reinventa y se acerca a las ascuas del rock y el pop que mejor prenden para verter su vozarrón en la corriente musical más brava del momento. Y, ¡ey!, el resultado es casi impecable.

Pero paso de poneros el "Sexbomb", que ya está más sobado que la colleja de Rajoy. Mejor os pongo este encantador dueto con la ex cantante de Catatonia, Cerys Matthews. Dos de las voces más peculiares de las islas, frente a frente. Saltan chispas, os aviso.

domingo, febrero 22, 2009

El vídeo del día: Richard Hawley, "Valentine"

Para acabar el fin de semana, nada como una canción melancólica, con tono decadente y otoñal.

Tercer single del quinto trabajo de un guitarrista, de origen humilde de una ciudad, Sheffield, que sufrió como pocas la crisis de la industria metalúrgica durante el gobierno de, irónicamente, la Dama de Hierro, Margaret Thatcher. Su carrera empezó como guitarrista de sesión allá por 1991, pero fueron sus amigos Jarvis Cocker y Steve Mackey (líder y bajista de Pulp, respectivamente) quienes, tras escuchar unas demos, y conocedores de su talento guitarrístico y del potencial de su voz de barítono, lo animaron en su carrera en solitario.

Aunque no tan conocido como otros crooners, su voz y sus composiciones llegan más hondo que algunos otros que se quedan tan sólo en la estética anticuada. Hawley explota como pocos la melancolía y la decadencia, no exentas de esperanza de resignación, que explora territorios más cercanos al oyente, muy en la línea de su amigo Jarvis, pero sin la rabia de este, sino más bien desde un punto de vista ya de vuelta de todo.

Si alguna vez tenéis la ocasión de verlo en directo, no lo dudéis e id a verlo. Yo no lo hice y aún me arrepiento :)

sábado, febrero 21, 2009

El vídeo del día: Rage Against the Machine, "Killing in the Name"

El vídeo en sí no es nada del otro jueves, pero la rabia que se desprendía del álbum de debut de Rage Against The Machine revolucionó brevemente la escena musical independiente de principios de los noventa. Retomaron las consignas políticas de las que se había abusado sobre las tablas tras el Live Aid y se dejaron de hostias. "Pride (In the Name of Love)" no va con ellos tanto como Sandinista o las soflamas de Public Enemy.

Aquí la canción más famosa, y la que aún, más de 15 años después, sigue destrozando gargantas y (¡ay!) cervicales en algunas pistas de baile.

viernes, febrero 20, 2009

El vídeo del día: LCD Soundsystem, "North American Scum"

Por fin es viernes. Fin de semana. Música para salir de fiesta.

Nunca he sido, por eso, de música techno dance: demasiado artifical e insustancial para mí. No por el objetivo en sí; al fin y al cabo, el ser humano se puso a bailar antes que a hablar para comunicarse con sus semejantes, con los espíritus de la naturaleza o con vete a saber quién. Insustancial en el sentido de carente de esencia vital: mecánico, frío, artificioso, cuando no sobresaturado y ruidoso.

Sin embargo, en el 2004 escuché una canción con todos los elementos técnicos que se le puede pedir al techno (samplers, ritmos electrónicos, producción) pero con el nervio eléctrico del rock y el punk: "Yeah".

Al año siguiente, el disco debut LCD Soundsystem, proyecto del productor James Murphy, fue elegido como uno de los mejores del 2005, y con sobrados argumentos.

En el 2007 apareció su segundo y último lanzamiento hasta el momento, Sound of Silver: un poco más de lo mismo, pero tan estimulante como el primer disco. Un puñado de beats infecciosos, ganas de fiesta y mucho bagaje musical a sus espaldas. No en vano a Murphy lo llaman el "abuelo" del techno.

Aquí os dejo con el primer sencillo del Sound of Silver, un sarcasmo sobre la discriminación antiestadounidense, la soberbia, con una deliciosa parodia de 2001. A disfrutarlo.

jueves, febrero 19, 2009

El vídeo del día: Aerosmith, "Janie's Got a Gun"

De cuando los grupos de rock duro tocaban rock duro, y uno de los más populares, los bostonianos Aerosmith, aún reventaban tímpanos a base de decibelios y no de baladas cutipasteadas hasta la saciedad.

Pero eso fue a partir del Get a Grip. Aquí estamos en 1989, los componentes del grupo acababan de superar sus respectivas intoxicaciones y la energía volvía a sus venas y sus cuerdas. Aquí se pusieron bajo las órdenes de David Fincher para rodar este vídeo noir que ilustraba una canción dura, contundente, sin concesiones, sobre asesinatos, maltratos, incesto y callejones sin salida.

miércoles, febrero 18, 2009

El vídeo del día: Belle and Sebastian, "Step Into my Office, Baby"

Otros escoceses. Otros de Glasgow. Vaya cantera la de esta ciudad industrial y proletaria.

Quizá no sea su mejor canción (el ya casi penúltimo The Life Pursuit es un disco donde no sobra ni una canción, todas ellas redondas, perfectas), pero el vídeo es una delicia. Música preciosista para una letra irónica sobre la rutina y el desencuentro.

martes, febrero 17, 2009

El vídeo del día: Jarvis Cocker, "Don't Let Him Waste Your Time"

Sí, ya sé que este vídeo lo he colgado antes, pero no puedo estar de volver a incluirlo en esta sección.

¿Qué cambia de Pulp a Jarvis Cocker en solitario? Quizá la tensión, lírica y literaria. Y ambiental. This is Hardcore es, en ocasiones, insoportablemente doloroso. Suelta también algo de lastre abrazándose a sonidos más clásicos, más de vodevil, de revista, de canción romántica y glamurosa, que comentan en Mondosonoro. El autor parece también más asentado, más centrado. Pero no ha olvidado afilar el dardo y acertar allí donde más duele: la soledad, la decadencia de la edad, las ocasiones perdidas. Se acerca más al territorio por el que hace tiempo transita un paisano suyo, y compañero de filas en los ochenta: Richard Hawley.

En serio: si pasas por aquí, espera a ver el vídeo completo. Es ingenioso y divertido. Y, si puedes, presta atención a la canción, y si ya tienes una cierta edad o una cierta experiencia en el terreno sentimental, seguramente acabarás con una lagrimilla en la comisura de los ojos y con un ligero resquemor dentro. Dónde, eso sólo tú lo sabrás.

lunes, febrero 16, 2009

El vídeo del día: Weezer, "El Scorcho"

Hoy podría haberos traído "Buddy Holly", canción con la que se hicieron mundialmente famosos y que todos recordarán por la recreación del Happy Days por Spike Jonze; o "Island in the Sun", single a medio camino entre su tercer y cuarto álbum, y que todo dios asociará con una operadora de telefonía móvil, y que más vale que no mencionéis en mi presencia; o del recientemente premiado "Pork and Beans", premiado recientemente en los... ¿Grammy, NME, British...?, vídeo absolutamente geek, nerd y freaky grabado con la ayuda de chorrocientos fans de la banda, y que ya ha rebasado en YouTube las 16 millones de reproducciones pero de largo.

Pues no: hoy os traigo esta gema del segundo, injustamente infravalorado álbum de estos aventajados alumnos californianos de los Pixies, "El Scorcho".

El sonido del álbum, Pinkerton es más denso y oscuro que el primer Weezer (el álbum azul), y no tiene canciones tan pegadizas, pero tiene una fuerza que en posteriores discos se fue diluyendo.

Pero reivindicar Pinkerton y "El Scorcho" no es el único motivo de esta elección: también el encontrarnos con un grupo que, a pesar de las inseguridades de su líder, Rivers Cuomo, muestra un lado dicharachero, cómplice y musicalmente áspero. También por el sabor californiano y homenaje latino del título.

Y también, claro está, por esa camiseta del Barça que luce el primer bajista de la banda, Matt Sharp ;)


domingo, febrero 15, 2009

El vídeo del día: U2, "Numb"

Ahora que parece que se confirma el inicio de la nueva gira de U2 en Barcelona (29 y 30 de junio, según Jordi Tardà ayer en el Tarda Tardà, recogido por casi todos los diarios hoy), vamos a echar un vistazo atrás.

1993, con el grupo aún de gira, los chicos de Bono deciden rizar el rizo de Achtung Baby. El resultado es, por desgracia, desigual. "Lemon", por ejemplo, no deja de ser un divertimento un pelín un pelín estridente; y una "cara B" del álbum demasiado homogénea. Sin embargo, contiene algunas de las perlas que hace de este trabajo uno realmente interesante y, diría, inspirado.

Una de ellas la podríamos definir como su auténtico antisingle: "Numb". Si con "The Fly" ya inquietaron a parte de sus die-hard fans, con esta canción consiguieron restarse seguidores. Cosa que a Bono parecía importarle más bien poco, y no dejarse influir por ellos a la hora de componer. Lástima que, en eta década, parece que la actitud es justo la contraria.

Y junto con una canción musicalmente tan fuera de lo común, el vídeo también se sale de la norma: divertido, irreverente, minimalista... Una gozada.

Antes de dejaros con el vídeo, aquí un extracto de una entrevista a Bono, que hará las delicias de los lectores de ciencia ficción:


‘That’s what I want it to be. Legal drugs! Why else would you buy an album these days? Have you read anything by (William) Gibson? It’s sort of fucked-up sci-fi. And (‘Zooropa’) shows you what I mean when I say the textures on this record were very much influenced by what he writes about the future.’

Bono, August 1993.


sábado, febrero 14, 2009

El vídeo del día: The Cure, "Lullaby"

Ayer fue viernes 13; hoy, san Valentín. Dos efemérides ideales para el videoclip que os cuelgo hoy.

Otro grupo que empezó como banda de culto y que, antes de recalar en las aguas del pop gótico tenía un sonido oscuro, inquietante, asfixiante. Incluso el Disintegration, con el cual rompieron las listas al extraer esta canción de cuna como primer single, contiene paisajes malsanos que, en discos posteriores, dejarían paso a unos sonidos más amables, más optimistas.

Pero esta canción y este vídeo son el paradigma de inquietante. Que lo disfrutéis. Feliz san Valentín ;)

viernes, febrero 13, 2009

El vídeo del día: R.E.M., "Everybody Hurts"

Con Out of Time pasaron de ser un grupo de culto (con unas ventas ya envidiables desde el Green) a ser conocidos por todo el mundo mundial gracias a éxitos como "Losing My Religion" y "Shinny Happy People".

Como si os viese: ahora mismo todos vosotros estará reproduciendo en su mente, silbando, tarareando o cantando una de las dos canciones. Y quizá alguno esté imitando los movimientos espasmódicos de Michael Stipe. Fijo :)

Sin embargo, mi disco favorito es el "Automatic For The People". Otro de esos trabajos hechos para escucharlo a solas en una habitación en penumbra, de noche, y tristón. Un disco sobre decepciones, roturas, rabia (atención a la estimable "Ignoreland", un alegato contra la estupidez de Bush Sr. que pudieron reaprovechar años después con su hijo bobo).

Y de las canciones de este álbum, la más redonda es, sin duda, "Man on the Moon", que se incluyó en la película homónima de Milos Forman sobre la vida de Andy Kaufman. Sin embargo, como vídeo más logrado, me quedo con "Everybody Hurts". Ambientar una canción sobre la incomunicación en esa aglomeración de espacios territoriales unipersonales que es un atasco en la autopista me parece un acierto prácticamente insuperable.



¡Qué caramba! Es viernes. Ahí va "Man on the Moon":

jueves, febrero 12, 2009

El vídeo del día: Talking Heads, "Road to Nowhere"

Corría el 1985. Habían surgido cuando el punk estalló violentamente en reacción contra un rock cansado y soporífero, un rock que había perdido sus esencias y se había corrompido a base de indulgencia, adocenamiento y hastío. Ellos, sin embargo, no se dejaron llevar por la energía anárquica, que a la larga podía haber significado su propia muerte, y la recondujeron al terreno lírico. Del art-punk a la New Wave sin por ello sonar tremendamente ochenteros: sus melodías demostraron que hay un rock y un pop que puede ser a la vez bonito, inteligente y, por qué no, alcanzar el éxito. Y sentaron las bases del pop. Y del indie. Y de casi todo.

Corría el 1985. Llevaban ocho años en la carretera. Y sacaron una canción redonda: tan bonita en la música como tan inquietante en la letra. Y con un vídeo tan original como ellos. No podemos dejar de tararearla, como no podemos dejar de caminar por la vida. Así fueron ellos. Este es el legado que nos dejaron. Casi todo se lo debemos a ellos. Y a los Beatles, claro.

Ladies and gentlemen: the Talking Heads.


miércoles, febrero 11, 2009

El vídeo del día: Franz Ferdinand, "Take Me Out"

Lo dicho: un poco más moderno :)

2004. Revival del rock & blues más sucio, más de garaje. Unos niños de papá montan un grupo muy artie en Nueva York. Entre el 2001 y el 2003 fabrican dos discos repletos de canciones sucias y pegadizas que se bailan y se celebran sin oposición alguna en las discotecas más trendies del momento.

Y van y llegan estos cuatro chicos de Glasgow, se apropian de ese sonido art-rock (sea lo que sea que esa etiqueta signifique) que se ha puesto tan de moda, lo desnudan de afectación y le inyectan una buena dosis desparpajo.

Con un sólo single, este "Take Me Out", hacen olvidar a The Strokes casi de inmediato.

Y el vídeo es tan memorable como este primer single, que por el momento no han sido capaces de superar. Esperemos que tengan cuerda para rato y no se quede este primer éxito como la cima de su carrera.

martes, febrero 10, 2009

El vídeo del día: The The, "The Beat(en) Generation"

Aunque conocidos (poco, por eso) por otras canciones como "Uncertain Smile", "Armageddon Days", conocí a este grupo (el proyecto personal de Matt Johnson, un músico precoz londinense) de camino del instituto a la universidad. Su carrera es similar a la de otros artistas malditos, como Billy Bragg, con escasa difusión pero con composiciones que hoy en día harían las delicias de los trendies.

Este vídeo no es en absoluto novedoso. Sobrio, eficaz, funcional, deja que sea le melodía, y la letra combativa, la que protagonice los poco más de tres minutos. Una joyita de casi veinte años. Mañana procuraré ser un poco más modelno.

lunes, febrero 09, 2009

El vídeo del día: Peter Gabriel, "Big Time"

Dado que me cuesta horrores actualizar a diario, y YouTube es una herramienta tan golosa para nosotros, los vagos, ahora me ha dado por colgar un vídeo musical cada día, en paralelo con Facebook.

Hubo un tiempo en que Peter Gabriel no se parecía a Obi-Wan Kenobi fondón y, seamos sinceros, aburrido. Gabriel siempre había destacado por eso, por destacar, por innovar tanto en lo musical como en lo teatral.

So es su hito musical en cuanto a reconocimiento, popularidad y ventas. Y sus vídeos, allá por 1986, resultaban de lo más impactante con sus collages y su animación stop-motion.

Posteriormente, en el aspecto visual, Peter Gabriel ha ido refinando en ocasiones, arriesgando en otras, y tratando de superar el sonido tan comercial de So a la vez que volver a obtener el crédito que con él perdió (la crítica lo acusó de venderse al soul más comercial). Pero, aparte de algún destello en Us, de 1992, la verdad es que su camino artístico se encuentra, hoy en día, bastante desnortado.

Ahí os dejo el vídeo. Disfrutad.

sábado, febrero 07, 2009

Lo mejor del 2008 porque lo digo yo

Buenasss. Cuánto tiempo... Una entrada en diciembre, ninguna en enero. Con un par, sí señor.

Yo y el otro Álex hemos estado pelín desconectados de este lugar, cada uno con sus compromisos y sus jaleos. Prometo ser más constante (no puedo hablar por Álex, pero sí por mí).

Una de las tradiciones del primer mes del año es la de hacer listas temáticas sobre el año anterior. Lo mejor y lo peor, lo anecdótico, lo estrafalario y lo más chachi guachis.

De todas las listas, las que espero con fruición son las musicales. Lo mejor del año anterior según sitios musicales como Mondo Sonoro, Pitchfork o Rockdelux, cuyos tres primeros números del año compro religiosamente para poder escuchar sus recopilaciones. Aunque se puedan descargar. El esfuerzo que hacen bien merecen esos poco más de quince euros, a pesar de que acabe mentándoles a sus árboles genealógicos a causa de omisiones flagrantes y su, a todas luces, sectaria posición pro-Primavera Sound anti-Summercase. No digo que no puedan tener razón, pero hombre, un poco más de análisis y menos entrañas.

Pero, como nunca llueve a gusto de todos, y cada uno tiene sus gustos, sus filias, sus fobias y sus placeres culpables, y dado que ningún año he visto una lista a mi gusto, pues ahí se la brindo a todos ustedes: mi top-ten del 2008. Elaborado con la inestimable ayuda de Last.fm y su scrobbling.

10. Glasvegas, Glasvegas
Estos debutantes de Glasgow se han descolgado con un disco de épica oscura, inquietante y comprometido socialmente. No es grupo de melodías facilonas, sino de más largo recorrido, de posos reminiscentes. Una promesa que se ha afianzado y que promete no ser el enésimo hype de los que hemos vivido en esta época vertiginosa, musicalmente hablando.





9. Ode to J. Smith, Travis

Un disco sorprendente por venir de quienes viene. Predomina la electricidad, sin descuidar una base armónica rica y estructurada, y se adentran en una narrativa más sórdida: la vida de un obrero y sus miserias cotidianas. No desaparece completamente la melancolía ni la belleza, pero quedan en un segundo término tras presenciar el arranque directo y valiente del disco.




8. Viva la Vida, or Death and All His Friends, Coldplay

Después del fiasco de X&Y (¡qué malo que es el disco, por los dioses de Kóbol!) y el gusto por la grandilocuencia y la "humildad", creí que, más allá del A Rush of Blood to the Head no me iba a interesar nada más de la banda de Chris Martin. Pues me equivoqué. Tampoco es que el disco sea la repanocha, pero contiene melodías extremadamente pegajosas, de esas que no se van del interior del cráneo ni con disolvente ni con mordiscos zombis. Ahora que parece que se han vuelto a meter en el estudio, y que Brian Eno le ha prohibido al cantante acercarse mientras los otros tres miembros componen, esperemos que el resultado mejore este sorprendente buen disco. Para muestra, la canción que le da título.

7. Red, Guillemots

Aunque inferior a Through The Windowpane, se le tiene que reconocer a esta banda cosmopolita su inquietud artística. Después de sus dos largos, creo que les queda por probar tan sólo la ópera y la jota. Echo de menos, respecto a su anterior trabajo, la sutileza en que Fife Dangerfield encaraba las piezas más suaves. El jazz, el soul, el disco y el rock grandilocuente se apelotonan uno tras otro, provocando en ocasiones una sensación de prisa que no acaba de hacerle bien. De todas formas, una obra meritoria, a la que le falta un single tan redondo como "Make-up Lovesong #43".



6. Skeletal Lamping, of Montreal

Divertidos, psicodélicos (pero no tanto como MGMT) y sorprendentes: cada canción de of Montreal es en sí una suite que bien podría dar para un CD, convenientemente troceada y alargada; pero no, los de Athens inventan y reinventan a cada estrofa, a cada vuelco de la melodía. Más enjundiosos que Scissors Sisters, sin lugar a dudas.




5. Santogold, Santogold

Nunca he sido mucho de música dance; sin embargo, el debut del proyecto Santogold, cuya cabeza visible es la de Santi White, irrumpió en el 2008 con una base rítmica negra y discotequera sobre la que se sustentan zarpazos más propios del rock y del noise, mucho más atractivo (aunque no por ello mejor, se entiende) para los aficionados al rock que la apuesta más étnica de M.I.A. (a la que, espero, la maternidad no la aparte de la música). La voz de Santi White hechiza ya a la primera escucha, preñada de convicción y vigor.


4. Narrow Stairs, Death Cab for Cutie

No sorprenderá tanto como Translantiscism, pero es toda una gozada dejarse perder por los paisajes acústicos y los personajes atribulados a los que Ben Gibbard da cancha en este disco. Impresionante la introducción de "I Will Posess Your Heart", cuatro minutos en los que no sobra ni una corchea.





3. Hold On Now, Youngster... y We Are Beautiful, We Are Doomed, Los Campesinos!

A todo volumen, a toda velocidad, con toda la carne puesta en el asador. El combo galés de nombre tan hispanicorrural empezó el año con uno de los títulos mejor recibidos por la crítica especializada. La sangre de la música exhuda vitalidad por los cuatro costados, y las letras alambicadas destilan acidez, sin la sutileza o la elegancia de Pulp, pero oye, de vez en cuando está bien dejarse de metáforas e ir al grano.
A finales del 2008 sacaron otro disco que, insistían, ni era un B-sides ni un segundo disco: un CD más documental que levantaba un poco el pie del acelerador sónico, pero que contenía una dosis de amargura inquietante. Si algo hay que criticarles sea una especie de horror vacui que, en ocasiones, puede llegar a hacer la escucha de sus canciones un pelín cargante.

2. Third, Portishead

Impresionante. Y nada más que añadir. Sería el número uno de esta lista, y de cualquier otra, si no fuera porque...:







1. The Rhumb Line, Ra Ra Riot

Estos muchachos de Syracuse (New York) me tienen robado el corazón desde el último Wintercase. Su disco de debut está compuesto de canciones que en cualquier otra mano (Coldplay, por ejemplo) habrían quedado ñoñas, pretenciosas y vacuas. Aquí no: son diez canciones bellas, delicadas, melancólicas a veces, optimistas en ocasiones, que invitan al oyente a escucharlas en una habitación a oscuras, con un flexo encendido, y dejarse conquistar por la ilusión y la cálida sinceridad con que están realizadas.