viernes, septiembre 23, 2005

Experiencias de márketing directo en literatura

Para Álex, a ver si adivina qué personaje de esta novela podría ser.
Rudy. 10-VII-2005


Así reza la dedicatoria que Rodolfo Martínez, Rudy, escribió en el ejemplar de Sherlock Holmes y las huellas del poeta que acababa de comprar en la parada de Negra y Criminal en la Semana Negra de Gijón.

No sería capaz de decir ahora la cantidad de libros pendientes de lectura. Fácilmente pasan la centena. Este comentario me estuvo rondando mientras veía el libro reposando tumbado sobre otros, bien dispuestos en el estante.

Así que pasó por delante de muchos otros libros que también me pedían mi atención.

Y fui leyendo, curioso, pero sin condicionar la lectura por la duda. Y, al llegar a la segunda parte del libro, ¡zas! (y nunca mejor dicho) aparece un personaje con el me dio la sensación de compartir algunas peculiaridades de mi carácter. No voy a entrar en detalles, porque no sé si me halaga o me da apuro. Para los que se lo hayan leído, supongo que el último comentario les habrá dado una pista. Para los que no, les diré... que se compren el libro y se lo lean.

lunes, septiembre 19, 2005

León el Africano

A mí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Medicis, circuncidado por la mano de un barbero y bautizado por la mano de un papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de África, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía.

León el Africano, Amin Maalouf


Uno de los inicios más preciosos que he leído. Disfrutadlo.

Nuevas convenciones sociales: el catálogo Ikea

El Corte Inglés ya no marca las estaciones en este país: ahora, es la publicación anual del catálogo Ikea para la el año (que, para la empresa sueca, empieza en septiembre) la que, cual solsticio de invierno, marca el inicio de la temporada. Ni los libros del cole, ni la nueva temporada de la Liga de las Estrellas, nada le puede hacer sombra al sol de medianoche.

Y es que, desde que Ikea se estableció con sus dos primeros almacenes en este país, cada temporada, en nuestros buzones, aparecía un catálogo de más de 200 páginas, en las que una serie de diseñadores que nos dicen suecos, que nos dicen jóvenes, que nos dicen imaginativos, reciclan las ideas más camp de los 50 y los 60 envueltas en una pátina de pseudomodernidad. Ahora, afianzada en nuestro país y sin necesidad de semejante esfuerzo publicitario, éste no aparece en todos los buzones; es más, pasan a venderse en los kioscos. Y este hecho, el que ya no aparezca cada septiembre puntualmente junto con la liquidación de agosto de la tarjeta de crédito, alienta el tráfico de catálogos entre familiares, amigos y conocidos. Acabo de presenciar cómo una conversación entre cuatro amigos ha estado a punto de ser abortada porque alguien sacaba de la bolsa el dicho(so) catálogo.

Curioso cómo algunos rituales cambian con las nuevas generaciones. Ni Star Trek, oiga.

Por cierto, si has comprado últimamente en Ikea, ve con cuidado con ciertas regletas.

sábado, septiembre 17, 2005

National Geographic y una espantosa película catastrofista

Ya os he hablado de Bruce Sterling, autor encuadrado básicamente en el movimiento del ciberpunk, pero cuyo rasgo más característico es, diría yo, cierta "rabia" en su estilo.

Ayer, por cierto, colgué el párrafo que "misteriosamente" desapareció en la penúltima página de su cuento "No opinamos lo mismo" publicado en el Gigamesh 41. Si os quedásteis con la ganas, lo podéis descargar aquí.

Sterling lleva un cuaderno de bitácora que actualiza casi a diario. Quizá un pelín tendencioso, pero como cojea de la misma tendencia que yo, pues miel sobre hojuelas :D Pero este artículo está anarroseado directamente del National Geographic. Y cuando un año antes alerta sobre lo que supondría un huracán abatiéndose sobre Nueva Orleáns y "adivina" todo lo que en realidad ocurrió...

... y nos ponemos a buscar culpables...

lunes, septiembre 12, 2005

El día de la marmota, según Pilar Rahola

Mira que pocas veces estoy de acuerdo con ella, y no por las ideas que defiende, sino por su acercamiento, demasiado radical en muchas ocasiones, demagógico en su mayoría, partiendo de supuestos tan arbitrarios como los que critica. Pero, en esta ocasión, en El Periódico de Catalunya (y perdonadme, que ya sé que el link abierto sólo dura un día, así que aprovechad) en este artículo le mete cera a mi querido Tripartito. Porque se la merece, básicamente. Porque su inoperancia llega a cansar y, al final, acabaremos yendo a no votar y franqueando de nuevo la entrada a la Generalitat a CiU. Y no es plan.

viernes, septiembre 09, 2005

En caso que creyeses que este problema no te iba a afectar...

Bruce Sterling es uno de los autores de ciencia ficción (o ficción especulativa, o como se le quiera llamar) más inquietos de las últimas dos décadas. Quizá «combativo» sea una adjetivo más adecuado, o complementario al anterior. Como algunos otros, además de sus actividad narrativa, vuelca sus inquietudes y su rabia en su cuaderno de bitácora.

En su última entrada, del jueves 8 de septiembre, cita el siguiente artículo sobre aspectos del cambio climático en los que no mucha gente se ha parado a pensar. Sí, porque habrá gente que el ecologismo se la traiga al pairo, a los que hay que recordar que vivimos en ese mismo mundo que se está yendo a la mierda (¿quién duda que el tiempo ha cambiado de diez años aquí?). Cuando veas una riada que se lleva tu coche porque se han urbanizado los torrentes; un tornado, nada habitual porque el agua del mar estaba más fría, golpee tus cristales; o cuando el precio de la fruta y la verdura suba a niveles inauditos (¿a alguien le suena el kilo de judias verdes a 6 euros; alguien se lo imaginaba hace diez años?), bueno, que recuerde este artículo.

jueves, septiembre 08, 2005

Todos a la Marcha Blanca

Podría hablar sobre la cada vez más amenazada privacidad en nuestra vida, sobre todo navegando usando las herramientas de la todopoderosa Microsoft (en esta noticia, a la que se vinculaba desde el boletín del Centro de Alertas Antivirus del Estado Español de ayer, se lee que el próximo Internet Explorer 7 enviará la información de los sitios por los que se navega en Internet, poniendo como excusa la seguridad -no sé dónde habré oído eso antes. ¿En boca de Bush, de Aznar, de muchos otros políticos?- de los usuarios).

O también podría hablar, en clave más relajada, sobre los resultados de una investigación realmente peculiar ("¿Qué me has dicho, cariño?"). Y es que hay gente que no tiene otra cosa en la que perder el tiempo...

Sin embargo, prefiero animaros a que acudáis a las concentraciones de este fin de semana en la lucha ciudadana por erradicar la pobreza en el mundo. Uníos a la convocatorias más cercana a la ciudad: tenéis la información aquí y aquí, por lo menos.

Lo que da rabia es que, al contrario que otras manifestaciones, a ésta no se le ha dado mucha publicidad en medios. Está visto que estos eventos, o son mediáticos o se decide que no interesan.

martes, septiembre 06, 2005

Machiroku, el mejor sushi de Barcelona

Hoy ha sido un día feliz: el restaurante japonés Machiroku ha abierto sus puertas después de un mes de vacaciones. Sashi (discúlpame si no se escribe así tu nombre), su chico y el personal se tenían bien merecido el descanso.

¡Cuántos proyectos han nacido allí, cuántos sumarios de Gigamesh se han perfilado, cuántos libros se han decidido! También he disfrutado de cenitas románticas con Nuria, otras con amigos los jueves por la noche, alguna otra como preámbulo de una noche de fiesta. Casi que me ven más aquí que en casa de mi madre :)

Hay quien dice (¿verdad, Antonio?) que le deben echar alguna sustancia adictiva a la comida. Lo cierto es que en ningún otro restaurante al que haya ido (y seguramente me he dejado muchos) el pescado se fundía así en la boca ni liberaba todo su intenso sabor en el paladar, cálido y envolvente, suave como un beso.

La amabilidad de Sashi es, además, extraordinaria. Traspasar el umbral del pequeño local es como entrar en casa del anfitrión ideal, que se desvive para que el invitado se sienta a gusto.

Aunque hoy acaba de subir los precios (llevaban seis años sin subirlos, cosa que hay que destacar), os puedo asegurar que es el mejor en relación calidad/precio... Bueno, y desde mi punto de vist... paladar, el mejor en calidad, pero sin parangón. Al mediodía sirve menús (hay tres básicos: sushi, teriyaki y yakiniku, y según el día, de dos a cinco menús más, dependiendo de lo que haya en la despensa), cuyo precio oscila entre 10 y 15 euros. Una ganga. Y no te quedas con hambre. Por la noche hay una carta muy bien surtida, de platos sencillos pero exquisitos, y el precio por persona puede variar entre 15 hasta 40 si tienes mucha, pero mucha hambre.

Si alguna vez vienes a Barcelona y te gusta la comida japonesa, pásate por aquí: saldrás relamiéndote los labios.

domingo, septiembre 04, 2005

Pasen y vean, o cómo Katrina ha levantado un velo que Bush & Co. mantenían con celo

Cuál Freak Show presentado por un Bunbury que parece poco dispuesto a volver al escenario, Nueva Orléans nos ha traído ímágenes estremecedoras. Tantos muertos como al otro lado del charco y un poco más allá, cruzando el Golfo, en la cuna de la Humanidad. Hoy ha sido Katrina, una fuerza de la Naturaleza (¿seguro, de la Naturaleza? ¿No habrá otra mano detrás de ella?) la que ha golpeado otro Golfo, el de México.

Pero seguro que más de uno se habrá preguntado: "Qué curioso. Las únicas víctimas que veo son negras". Sí, y además, pobres. Podría intentar hacer un análisis, pero caería en los típicos lugares comunes en que un ciudadano, informado, vale, pero no experto, acostumbra a caer. Nada mejor, pues, que leer una columna de todo un experto, Manuel Castells, y después tratar de encerrar la ira en una caja... o intentar hacer algo para cambiar esta mierda de mundo.

jueves, septiembre 01, 2005

Puerta al verano, de Robert Heinlein

Heinlein es un autor rodeado de un aura polémica respecto a su ideología, que en su obra parece vislumbrarse aunque no de forma completamente clara. O, por lo menos, no muy clara para sus lectores, que se dividen entre los que lo consideran un ultraliberal furibundo o un anarquista radical.

Sea como fuere, si Robert A. Heinlein aún es leído es, indudablemente, por su calidad a la hora de escribir. Este Puerta al verano es un ejemplo entretenido de qué te puedes encontrar en un libro de Heinlein. El sentido del ritmo es ciertamente notable en esta obra, menor en comparación con sus grandes clásicos del estilo La luna es una cruel amante o Tropas del espacio. El protagonista es el arquetipo heinleiniano del hombre que, con su voluntad, vence (casi) todas las adversidades y es capaz de hacerse un hueco en la sociedad: honesto aunque agresivo, desconfiado del resto del mundo y un punto misógino (las dos protagonistas varían entre la que en catalán llamaríamos una mala pècora que es la que genera el conflicto, y la chica que espera pacientemente a su hombre figura protectora... aunque tengan que pasar varias décadas. Una fidelidad a prueba de bombas).

Dan Davis es sin duda un personaje que se nos quedará grabado por el desparpajo con que expone su ideología (aquí yo voto por la ideología ultralibreal), un personaje consistente, bravucón, pero a la vez fiel y obstinado, cuya evolución gratifica al lector al identificarse con alguien de convicción fuerte, aunque para conseguir el objetivo justo acabe cometiendo algunos "delitos" según la sociedad, no según su escala de valores.

Por otra parte, hay que destacar, además del ritmo, las excelentes descripciones de Heinlein, útiles y precisas durante la acción, y poéticas durante los momentos de remanso (impagable esa puerta al verano que reclama el gato de Davis cada invierno).

Yo me decidí a comprar Puerta al verano tras oír una deliciosa descripción del mismo de boca de Fernando Ángel Moreno y comprobar que era uno de los primeros títulos que La Factoría publicaba en bolsillo bajo la joint-venture de Puzzle. Porque, de verdad, pagar 18 o 20 euros por un libro con una traducción bastante poco natural (por ser finos) y una edición que incorpora como extra el juego "adivina dónde acaba el diálogo y dónde empieza el inciso", o el más divertido aún "adivina qué criterio uso aquí" me hubiese dolido en el bolsillo y en la moral. El poco cuidado puesto en la edición es de juzgado. Y que se mantengan en esta edición puede dañar el prestigio del sello creado para bolsillo por La Factoria y otras editoriales.

Robert A. Heinlein
Puerta al verano
Puzzle/La Factoría de Ideas, col. Ciencia Ficción
ISBN: 84-96525-34-1
P.V.P.: 7,95 euros